Noel Pérez Urbina

Noel Pérez Urbina, sastre, cantautor y recopilador esteliano

Noel Pérez Urbina

Don Noel Pérez Urbina, nació el siete de agosto de 1935, en la comunidad “La Joya”, a orillas del río Estelí, al oeste de esta misma ciudad. Su madre se llamaba Vicenta Pérez y su papá Daniel Urbina, quien era originario de las Pintadas, Estelí.

No conoció a su padre debido a que tuvo que emigrar a Costa Rica cuando don Noel apenas tenía 3 años de edad. Por esta razón, su madre quedó a cargo de tres hijos, teniendo que migrar ella también a Managua, viéndose obligada a dejar a sus tres hijos bajo la tutela de sus abuelos. En este proceso de crianza, Noel Pérez se adaptó a las costumbres de sus abuelos, quienes no se preocuparon por enviarlo a una escuela; sin embargo, él sí quiso aprender haciéndolo de manera autodidacta.

 A la edad de cinco años, su tía, a la que él llamaba Sarita, le enseñó los cuatros reglas básicas de la gramática: morfología, sintaxis, fonética, semántica, lexicografía, razón por la cual empezó a enamorarse de la literatura. 

Cuando tenía solo seis años de edad, algunos guitarristas llegaban de Estelí a dedicarle canciones a muchas chavalas de la comunidad, entre ellas, sus tías. Estos momentos de serenata los aprovechaba para observar dónde ubicaban los dedos en la guitarra, qué cuerdas eran las que tocaban, en qué distancias y en qué trastes de la guitarra lo hacían. Así pues, descubrió sus gustos por la guitarra aprendiendo a tocar sin necesidad de maestro y dedicando tiempo para ensayar con la guitarra de su tío Feliciano, al que cariñosamente llamaban Chanito.

A sus catorce años, Por su propio esfuerzo, ya había ingresado a la escuela, cuyo nombre era Felix María Samaniego, la cual era dirigida por el profesor Sotero Rodríguez, en la que solo había dos profesores. Estudió en la modalidad nocturna, ya que en el día se dedicaba a trabajar. En el transcurso de sus estudios, conoció a un profesor de nombre Evenor Flores, al que quiso y apreció como si hubiese sido su padre, por nunca castigarlo y ser muy sincero con él.

Un día de escuela, el profesor Sotero solicitó al profesor Evenor que les enviara a los estudiantes más destacados para su aula, uno de los niños seleccionados fue Noel Pérez Urbina. Ese día se sintió muy orgulloso y estaba seguro que ya había avanzado escolarmente, lo cual lo estimuló para continuar formándose.

Un día en su casa observó, ya casi hecho pedazos, un libro escrito por Miguel de Cervantes: El Quijote de la Mancha, logrando leer este libro y otro llamado Las mil y una noche. A él le gustaba mucho la literatura, al punto que compuso unos versos para su madre, a la que siempre añoró y todavía recuerda, porque vivió muy poco tiempo con ella, siendo esta su primera inspiración para escribir. 

A sus catorce años y medio, estuvo trabajando y se ganó su primer sueldo. Es a esta edad que aprendió a usar zapatos ya que todavía caminaba descalzo. A sus quince años, uno de sus mayores pasatiempos fue la literatura, ahí nació una canción llamada: “Infame”. Sería la primera canción sencilla que escribía. Cuando ya tenía dieciséis años se vino con otro objetivo a la ciudad buscando progreso y decidió aprender sastrería y a dedicarle tiempo a las serenatas. 

En alguna ocasión, algunos de sus amigos, a los que él les ayudaba a tocar en las serenatas, le daban unos centavos, que ocupaba para ir al cine. Eso fue su punto de partida para ir apropiándose de su carrera musical. Luego, se fue a Managua y allí terminó de aprender mejor el oficio de la sastrería. Con las serenatas se ganó sus primeros ingresos económicos como músico, la sastrería que era su primer trabajo antes de las serenatas no le generaban ningún tipo de ingreso ya que trabajaba de gratis.

En el año 1954, conoce a un músico de Matagalpa llamado Modesto Castellón, a quien el alcalde de Estelí para ese entonces, Salomón Gómez, le pagaba por enseñar los himnos de Centroamérica a los estudiantes en las escuelas. Él escuchaba los himnos que se tocaban y el que más le llamó la atención fue el Himno de Honduras. 

Con el maestro Castellón aprendió solfeo, aunque no le enseñó a ejecutar un instrumento musical. Aprendió la música lo más que pudo y escribió las notas en pentagrama de muchas de sus canciones. Tiene alrededor de unas 500 canciones, de las cuales algunas de estas están escritas a mano y las está organizando desde las primeras hasta las más actuales. 

Dicha actividad de las serenatas, las empezó con un amigo llamado Reynerio Lorente originario de Estelí, él era tocador del requinto y compositor. Llevaban serenatas a sus novias y a otros que solicitaban su servicio. En uno de esos días, cantó una canción colombiana llamada El Cafetal y cuando lo escucharon, le solicitaron integrarse a un trío el cual no pudo consolidar. Debutó con el jazz en 1955 en uno de los clubes de Estelí; en este momento solo existían tres clubes, El Club social, el Club de obreros y Club de maestros. Pero la orquesta no duró mucho, desintegrándose en 1956, porque hubo una persecución política después del asesinato de Somoza García en todo el país y se quedaron sin trabajo.

Al desintegrarse la orquesta Jazz Estelí, se fue a Managua y estuvo un tiempo con su madre; luego se trasladó a Estelí e inició con un taller de sastrería. En el año 1964, él ya casi cumplía 29 años, tenía su taller y se le ocurrió la idea de formar un trío, luego conocido como Jadelí, nombre que es sugerido por Don Alejandro Floripe. En ese entonces, conoció a Hugo Cárcamo quien sabía de voces y le enseñó la segunda voz a Juan Rodríguez Barreda, otro integrante fue Ángel María Zeledón. Para 1966 graban sus primeras canciones: Estelí, El Indio Segoviano, Demora y Te esperaré. El trío duró desde 1964 hasta 1972, aproximadamente. A nivel nacional, tocaron para un programa llamado Café de artistas. 

Después de la desintegración del trío Jadelí, realizó un viaje a México como solista, en un encuentro cristiano con el padre Federico D´Andrea, en aquellos tiempos llamado Ultrella (retiros de cristiandad). 

Como parte de sus experiencias vividas en el ámbito musical, grabó algunas canciones revolucionarias, aunque estas no fueron publicadas. 

En cuanto a sus hijos, dos de ellos estudiaron en la escuela de la agricultura, ellos son Noelito y Fabricio, quienes se graduaron como médicos. Otro de sus hijos, llamado Mario, estudió en Rusia, el cuarto era Igor, quien canta y toca muy bien, gracias a lo cual ha podido sostenerse.